miércoles, 24 de marzo de 2010

¡Me voy!

Silencio de asombros
vaivén de recuerdos
un vino marchito
anclado en el fondo
del mar de mi mente.

Manantial de cielos
llama crepitante
de pasión y apego
de aversión y enojo.

Constante bullicio 
de cénits y valles
duales existencias
de ilusión a ciegas.

Tanto he recorrido, 
tanto he caminado
y como cenizas 
que arrastran los vientos
me miro ya hastiada
del mismo camino.

Estoy decidida.
¡Me voy!
No más parpadeos
de blanco y de negro.
Me siento en el viento.
Lo sé, estoy dormida.
Respira.
¡Despierta!

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